LA MANTILLA: CLAVES PARA LUCIRLA CORRECTAMENTE

El uso de la mantilla es una de las tradiciones estilísticas más antiguas que tenemos en nuestro país. Tiene su origen en el siglo XIX, debido a la afición de la Reina Isabel II, es muy común lucirla durante la Semana Santa, en los días Jueves y Viernes Santo, pero, actualmente, es también un complemento más en bodas y celebraciones, donde, sobre todo, las madrinas eligen llevar puesto una mantilla como símbolo de elegancia y sofisticación, uniendo tradición y arraigo por las costumbres. Para usarla correctamente con el vestido es recomendable seguir un protocolo, que es un poco estricto respecto a cómo a de llevarse puesta la mantilla. Por ello, en Reme Antón os vamos a dar una serie de consejos para que no dudéis en elegir una pieza clave de nuestras costumbres. ¡Sigue leyendo!

Cómo llevar la mantilla en una boda o celebración

Lo primero que debemos tener en cuenta es que las mantillas se pueden poner tanto en una boda de mañana como en una boda de tarde-noche, el largo de la mantilla variará según la hora del día y nunca debe ser de color blanco para no opacar a la novia, que recordemos, es la gran protagonista del día.

El protocolo marca que sólo se utilicen mantillas en las bodas religiosas, por lo que lo más recomendable, sí decidimos seguirlo, es no usarla en bodas civiles, pero eso siempre será decisión de la persona que la luzca.

Claves para lucir la mantilla correctamente

A continuación, os dejamos con una serie de claves para poder deslumbrar con la mantilla, ésta visualmente resulta muy elegante; y es un acierto si la llevamos bien. Pero es muy fundamental saber combinarla con el traje o vestido que se vaya a llevar ese día.

  • Tipo de boda para usar la mantilla: hay que tener en cuenta si la boda va a ser de día o de noche. En las bodas de día, lo más recomendable es llevar un traje corto, tipo cóctel, por debajo de las rodillas. Aunque sea de día, la madrina es la única que junto a la novia tiene permitido el uso de un vestido o traje largo. El protocolo recomienda escoger trajes de una pieza y manga larga o francesa para lucirlos con la mantilla, ya que en las ceremonias religiosas los hombros deben (en teoría) estar cubiertos. Respecto al color, en las bodas de mañana suelen ser más ideales los tonos más claros (pastel) o incluso más brillantes (sin pasarnos). En las bodas de tarde, la mantilla debe usarse con traje largo sí o sí, los colores más recomendables para el vestido de madrina serían tonos más oscuros que los remarcados para bodas de mañana, como el azul, el gris perla o el granate.
  • Color de la mantilla: esta decisión no se puede tomar a la ligera, ya que la mantilla de color negro está reservada para las madrinas casadas, mientras que las que no lo están deben optar por el color marfil. El color blanco, sin embargo, es solo para la novia. Además, en consonancia con el protocolo, las mantillas de color no son una buena elección, restan elegancia y sobriedad a esta prenda.
  • La peineta: un elemento indispensable para llevar bien la mantilla, es la peineta, el carey, material muy resistente, es la opción ideal cuando la mantilla es negra; y la otra opción es el nácar sí es de color claro. También dependiendo de la altura de la persona que la va a llevar, se escogerá una peineta alta o baja: si somos madrinas de estatura media, una peineta alta sería lo ideal. Si, por el contrario, somos madrinas altas, seleccionamos una peineta baja, que no dé sensación de monumentalidad.
  • ¿Cómo colocarla bien? Lo principal es la peineta, debe estar situada en el centro de la cabeza y recta, bien sujeta con horquillas al pelo. El peinado más fácil y cómodo para que se sujete bien la mantilla es sobre un moño bajo. Al colocarla el largo de esta debe ser por encima de las rodillas, pero nunca más corta que el vestido. También se suele usar para fijarla un broche de pedrería, que resalte la parte de atrás del peinado y dé luz y brillo a la mantilla, a la par de llevarla más segura cogida.

  • Largo: el largo de la mantilla depende también de la persona que la lleve puesta y su altura. Si se trata de una persona alta, la mantilla debe ser larga, pero sin sobrepasar el largo del vestido o traje que llevemos. Si la persona que la va a lucir es baja, la mantilla debe ser corta, para no dar la sensación de que está grande. La parte delantera de la mantilla tiene que llegar a la altura de las manos como máximo.
  • Materiales: los tejidos más usados y con los que se crean las mantillas más elegantes son el tul, la blonda y el chantilly.

Con estos tips esperamos que consigáis despejar todas vuestras dudas acerca de cómo usar una mantilla. Es una prenda que está en auge y que logra unir las costumbres más antiguas con los nuevos estilismos.